La amigdalitis recurrente

La amigdalitis recurrente se define como un cuadro de amigdalitis que se mantiene durante más de 6 meses. Si resuelve y luego reaparece, se denomina amigdalitis recurrente.

Las amígdalas, también conocidas como tonsilas, forman parte del sistema de defensa de nuestro cuerpo contra agentes externos. Están ubicadas dentro de un anillo defensivo llamado anillo de Waldeyer.

En la actualidad, no se suele realizar una operación de amígdalas a menos que la evolución sea problemática o la cronicidad afecte significativamente la calidad de vida de la persona. En esos casos, se puede considerar la opción de una amigdalectomía.

¿Cuáles son las causas?

Es cierto que en la aparición de amigdalitis crónicas pueden intervenir factores genéticos, anatómicos e inmunológicos, aunque no se comprenden completamente.

Las principales causas de la amigdalitis crónica incluyen:

1. Mala higiene bucodental: Estos factores, especialmente relevantes en adultos, pueden contribuir a la aparición de amigdalitis crónicas. Por lo tanto, es importante mantener una buena higiene oral y evitar el tabaquismo.

2. Cuasas inmunológicas: Las enfermedades que afectan el sistema inmunológico pueden comprometer la capacidad defensiva del cuerpo, lo que aumenta la susceptibilidad a las infecciones y puede dar lugar a amigdalitis crónicas. Estas infecciones tienden a ser más prolongadas y graves, lo que puede llevar a la hipertrofia de las amígdalas debido a la infección crónica.

3. Faringoamigdalitis recurrente, especialmente de origen bacteriano: Las infecciones bacterianas recurrentes, como la causada por el estreptococo, pueden contribuir al crecimiento y a la persistencia de las amígdalas inflamadas. La estructura criptada de las amígdalas puede facilitar la retención de detritus y la reinfección.

4. Variaciones anatómicas: Algunas personas pueden tener amígdalas con criptas más profundas, lo que favorece la colonización bacteriana y la infección.

Es importante destacar que estas son algunas de las causas más comunes, pero también puede haber otras causas individuales o combinaciones de factores que contribuyan a la amigdalitis crónica. El diagnóstico y tratamiento adecuados son fundamentales para abordar cada caso específico.

Diagnóstico de la amigdalitis crónica

El diagnóstico de la faringitis crónica se basa en la historia clínica y en la exploración del paciente.
Los síntomas crónicos y las circunstancias que empeoran el cuadro hacen sospechar la presencia de una faringitis crónica.

En muchos casos, puede ser útil realizar algunas pruebas de laboratorio que ayuden al médico a evaluar la gravedad del cuadro y prevenir posibles complicaciones. Estas pruebas pueden incluir un hemograma completo, velocidad de sedimentación globular y determinación del nivel de antiestreptolisinas (ASLO).

¿Cómo se trata la faringitis crónica?

En los casos de faringitis crónica sin un componente infeccioso, los tratamientos comúnmente utilizados, como complejos de vitaminas, mucorreguladores, ungüentos o pomadas nasales, entre otros, pueden proporcionar alivio de los síntomas.

La desinfección inmediata de las amígdalas y la garganta ante cualquier sensación de "rascado de garganta", aunque sea leve.
Para este propósito, se puede considerar el uso de STREPTOkill, un producto de origen natural que no desarrolla resistencias, por lo que puede ser utilizado sin preocupación de efectos adversos en la garganta. También se recomienda lavarse las manos regularmente, lo que protege no solo a la persona, sino también a su entorno, evitando la transferencia de bacterias o virus.

Es recomendable evitar ambientes adversos, como aquellos que son muy secos o están expuestos a humos, y también evitar factores que empeoren los síntomas, como alimentos fríos o calientes, aire acondicionado o calefacción excesivos, entre otros.

Prevención 

La mejor prevención de la faringitis consiste en llevar una dieta saludable, mantenerse físicamente activo, controlar el estrés y, por supuesto, mantener una buena higiene personal. Esto incluye el cepillado regular de los dientes, el uso de cepillos interdentales y la desinfección inmediata de las amígdalas y la garganta ante cualquier sensación de "rascado de garganta", aunque sea leve.

Fuentes: 
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/faringitis-cronica
https://www.fundacionrenequinton.org

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